El te negro tiene un sabor robusto y rico, con notas maltosas y a veces afrutadas.
El te negro es una bebida popular en todo el mundo y se puede consumir tanto caliente como frio.
Se puede disfrutar solo o con leche y azúcar, y es versátil en la cocina, utilizándose en la preparación de bebidas como el te helado, cócteles y postres como pasteles, galletas y helados. Además, el te negro contiene cafeina, lo que lo convierte en una opción energizante para muchas personas.