El te verde tiene un sabor fresco, vegetal y a veces ligeramente dulce, con un carácter herbáceo y astringente.
El te verde es conocido por su alto contenido de antioxidantes y su potencial para promover la salud, incluyendo la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y la mejora de la salud del cerebro.
Se puede disfrutar solo o con miel, limón u otros sabores naturales. Además de ser una bebida caliente reconfortante, el te verde tambien se puede preparar en forma helada y se puede utilizar como base para cócteles, batidos y otros refrescos.